El consumo silencioso de energía, a menudo conocido como «consumo fantasma» o «energía invisible», es una realidad que pasa desapercibida pero tiene un impacto significativo en nuestras facturas y en el medio ambiente. Descubrir cómo los dispositivos en modo standby o aparentemente apagados continúan consumiendo energía es crucial para tomar medidas eficaces y reducir este gasto no deseado. Este artículo explora el fenómeno del consumo energético silencioso, y aportamos consejos prácticos para identificarlo y reducir su impacto.
Qué es el consumo silencioso de energía
El consumo energético silencioso o invisible se refiere al gasto de energía que ocurre cuando los dispositivos electrónicos están conectados pero no se están utilizando activamente. Es el consumo de energía fantasma que persiste incluso cuando los aparatos están en modo de espera o apagados, pero enchufados a la corriente eléctrica.
Este fenómeno es común en electrodomésticos, cargadores, televisores, ordenadores y otros dispositivos conectados a la red eléctrica.
Este tipo de consumo puede representar hasta un 10% del consumo total de energía en un hogar promedio. Aunque cada dispositivo individualmente consume una cantidad mínima, en conjunto, pueden representar una porción significativa de la factura de electricidad.
Apagar los dispositivos por completo o usar regletas con interruptores para desconectar múltiples aparatos a la vez son estrategias para mitigar este consumo invisible y reducir el desperdicio de energía.
Por qué «energía invisible»
El término «invisible» proviene del hecho de que este gasto energético no es evidente para los usuarios, ya que no están activamente utilizando los dispositivos, pero estos siguen consumiendo electricidad. Esto hace que este tipo de consumo sea inadvertido pero impactante tanto en las facturas de energía como en el medio ambiente debido a su contribución al consumo general de electricidad y a la generación de gases de efecto invernadero.
Ejemplos más comunes de consumo invisible
El consumo invisible, conocido también como consumo fantasma, abarca diversos escenarios comunes en los hogares:
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Cargadores enchufados: Dejar cargadores conectados sin estar cargando dispositivos consume energía.
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Electrodomésticos en standby: Aparatos en modo espera o apagados pero enchufados aún consumen energía.
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Electrónicos en reposo: Televisores, consolas o computadoras que permanecen en estado de reposo siguen consumiendo.
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Luces indirectas: Lámparas con transformadores o fuentes de luz indirecta suelen consumir energía aunque estén apagadas.
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Electrodomésticos con relojes digitales: Microondas, hornos, cafeteras, y otros con relojes digitales gastan energía constantemente.
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Standby de equipos de audio y vídeo: Equipos que permanecen en standby para un encendido rápido también consumen.
Estos ejemplos representan fuentes significativas de consumo fantasma en los hogares, contribuyendo al gasto energético general aún cuando los dispositivos no están en uso directo. La suma de estos consumos puede ser considerable.
Cuánto puede consumir la energía invisible en un hogar
El consumo de energía invisible, también conocido como consumo fantasma, puede representar entre el 7% y el 11% del consumo eléctrico total en un hogar promedio en España. Esta cantidad puede variar según diversos factores, como el número y tipo de dispositivos enchufados, el tiempo de uso y la eficiencia energética de los aparatos.
En cifras más concretas, se estima que un hogar consume alrededor de 300 kWh al año debido al consumo fantasma, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE). Esto equivale aproximadamente a un mes de consumo eléctrico para un hogar promedio.
Aunque individualmente los dispositivos en modo de espera o apagados pero enchufados consumen poca energía, su acumulación a lo largo del tiempo resulta significativa. Estrategias simples, como desconectar los aparatos cuando no están en uso o utilizar regletas con interruptores para apagar múltiples dispositivos a la vez, pueden ayudar a reducir este tipo de consumo y a disminuir el gasto energético del hogar.
Cómo reducir el consumo fantasma de energía
El consumo fantasma puede minimizarse con simples hábitos y cambios en el uso de los dispositivos eléctricos:
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Desenchufar aparatos: Desconectar los dispositivos cuando no se usan, especialmente cargadores y electrodomésticos en stand-by. Esto detiene su consumo
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Regletas inteligentes: Utilizar regletas con interruptores para apagar varios dispositivos a la vez, reduciendo su consumo
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Configurar temporizadores: Programar temporizadores en electrodomésticos para que se apaguen automáticamente
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Apagar completamente: Desconectar aparatos electrónicos como televisores, consolas o computadoras, evitando el modo reposo
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Revisión y mantenimiento: Controlar y reparar fugas de energía en los dispositivos, asegurando que no consuman sin necesidad
Adoptar estas prácticas puede reducir significativamente el consumo de energía que ocurre aunque los dispositivos no estén activamente en uso, contribuyendo al ahorro energético y económico del hogar.
Los valores del consumo de energía responsable
El consumo de energía responsable se fundamenta en principios éticos, ambientales y económicos que promueven un uso eficiente de los recursos energéticos.
Estos valores fundamentales para el consumo energético incluyen:
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Consciencia: Implica ser consciente del impacto de nuestras acciones en el consumo energético y buscar reducirlo mediante decisiones informadas y eficientes.
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Ética y sostenibilidad: Se basa en valores éticos y ambi entales, priorizando prácticas que respeten el entorno y fomenten la sostenibilidad.
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Respeto social: Considera aspectos sociales y laborales al consumir bienes y servicios, priorizando productos de proximidad y la movilidad sostenible.
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Austeridad y responsabilidad: Busca reducir el despilfarro y el consumismo, promoviendo un uso responsable de los recursos.
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Replanteamiento del consumo: Orientado a satisfacer necesidades reales y no impulsado por el consumo masivo, priorizando la minimización del impacto ambiental.
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Reducción de emisiones: Contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, promoviendo un uso eficiente de la energía.
El consumo responsable de energía se basa en valores éticos, ambientales y sociales, promoviendo un uso consciente y eficiente de los recursos energéticos para un impacto positivo en el entorno y la sociedad.
Una energía responsable con Iberelectrica Energía
El consumo invisible, un gasto eléctrico inadvertido que puede representar un porcentaje importante del total en la factura de luz, y es, por tanto, un desafío presente en nuestros hogares y para el medio ambiente.
Esta realidad resalta la importancia de tomar medidas para reducir este consumo oculto, mediante la desconexión de aparatos en stand-by y la adopción de prácticas más eficientes.
En este contexto, Iberelectrica Energía se ve reflejada en estos valores como una empresa comprometida con la eficiencia energética y el ahorro. Su enfoque hacia el consumo responsable y su oferta de soluciones enfocadas en la reducción de gastos innecesarios se alinean con la búsqueda de un consumo energético más consciente y eficiente en nuestros hogares y negocios.
La conciencia sobre el consumo de energía fantasma es vital para controlar nuestros gastos energéticos globales y reducir el impacto ambiental.
Confiar en empresas como Iberelectrica Energía es apostar por un suministrador comprometido con el ahorro y la eficiencia energética, dando la confianza necesaria para gestionar responsablemente nuestro consumo eléctrico.