El pasado 31 de mayo entró en vigor la nueva factura de la luz que aporta más información al consumidor a instancias de una directiva europea. El próximo recibo que llegará a los consumidores incluye un desglose con el destino de cada euro que pagan los usuarios, además de detallar la distribución entre fuentes de energía y emisiones de CO2 asociadas al consumo de cada hogar.;Dentro de la información nueva en el recibo, se indicará qué porcentaje se destina a los tres grandes bloques que, además del coste por alquiler de los equipos, componen el recibo, éstos son coste de producción de electricidad, margen de comercialización e impuestos, diferenciando entre estatales y autonómicos y los costes regulados, que son los que fija el Gobierno.
En cuanto a los costes regulados, la orden sobre peajes estipula que casi el 40% del dinero abonado por hogares se destine a incentivar las renovables, cogeneración y residuos; entorno al 30% se destinará al pago del transporte y distribución y el restante pasará a cubrir la anualidad para cubrir déficit.
Los posibles cargos adicionales, como los de los servicios de mantenimiento o regularizaciones excepcionales, deberán ir aparte.
Esta nueva factura nace de la idea de protección a consumidores por parte de las directivas europeas que buscan ofrecer a los usuarios de la electricidad mayor claridad e información sobre su consumo, tanto para consumidores adheridos a la antigua Tarifa de Último Recurso, ahora llamado precio voluntario (PVPC) como a aquellos que opten por la tarificación de precio fijo y para clientes que se encuentran en el mercado libre con potencias inferiores a 15 kilovatios.